A few days ago we had the opportunity to talk to Maria José San Román, chef of Monastrell and founder of Women in Gastronomy (MEG), about the role of women in gastronomy, la marca España (Spanish brand), the importance of the Mediterranean diet, and future trends in gastronomy.
María José San Román is the chef of Monastrell, awarded with one Michelin star, two Repsol Suns, and a Green Star. She is also founder of MEG, Women in Gastronomy Association, whose objective is to give visibility to the role of women in this sector. Moreover, she is an advocate for the Mediterranean diet, ambassador of the product Extra Virgin Olive Oil, and an internationally renowned saffron expert.
Spanish version below/Versión española abajo
How did MEG come to be?
Cooking has traditionally been a woman’s craft, but now society is full of images of male chefs, whilst us women represent more than half of the workforce. Female chefs are not reaching the top, and this is why a few years ago at a gathering among female chef colleagues in my restaurant, we decided to start the association to support one another, to give visibility, and to build a network.
What are MEG’s main objectives?
To find women’s talent and showcase it, to place value on them; fundamentally, to help them believe in themselves and to empower them. And in society as a whole, to fight for freedom, and disassociate ourselves from what has historically enslaved women at home: the caring of children, the elderly, and housework.
How is MEG achieving these objectives?
I am witnessing that women who are attending our events are gaining more and more confidence, having a higher self-esteem, and realizing what their own strengths are. This is especially evident in the younger generation, that due to the lack of women role models, have very low aspirations and thanks to MEG they are starting to believe in their own capabilities.
You have mentioned that 40 years ago this polarization in the gastronomy world was nonexistent, what happened?
Glamour. In the past, being a chef was a slave labor, an inferior craft. Around one hundred years ago in France restaurants started to pop up, and this tendency arrived to Spain, where there were already many female cooks. Nevertheless, with the glamour and marketing, television, and spotlight, men started calling in the shots and women were once again kicked aside.
What can be done for female chefs to lead and reach the top?
Women must have the ambition and the aspiration, and to know that they can be number one. Women have to believe it, as men do. MEG helps to open their eyes, raise awareness, and change the status quo.
Young males don’t see female chefs as referents, while women do see both men and women as referents, and are able to see the genius in both genders, do you agree with this?
The issue comes down to representation and the disproportion that exists today. With time, this will change, and we will see a more equal society. Nowadays, there are young female chefs creating great and very interesting things, but are not able to reach the top because they don’t believe they can become number one.
Let’s now talk about the Mediterranean diet, and the Spanish brand (marca España)
Spain has a pending task promoting its gastronomy abroad, what can we do to improve this?
We are working on it, but the French and Italians are well advanced compare to us. Spain is changing a lot, we have a lot of designation of origin certified products, and we are on the correct path, but there is still is a lot of work to be done. The problem is that we don’t believe we are that good, and that’s why we have struggled in the past. On the other hand, Spain is very diluted because of our territories, and is an error to not represent Spain together as a country and do it based on autonomous communities – there needs to be more union and enhance the Spanish brand.
The Mediterranean diet is getting lost among the young people, what do we do?
Absolutely, there has been an error of patrimonial inherence on the last generation, where Spain is being conquered by other gastronomy cultures and it is a problem we are going to have to deal with in the future. The only solution is education; to not loose the value of the Mediterranean diet we need to teach nutrition in schools.
Future gastronomic trends, what is the future of gastronomy?
Tradition and produce. If we want to continue to create we are making a mistake, as everything has been created. We need to go back to the produce and soil, start valuing again the work done in agriculture; the trends at fine dining are going in that direction.
And what about sustainability?
We have reached a point of no return, where we have to be sustainable, but not only in restaurants, but as a way of living.
To finish the interview, what do you like to cook and which ingredient is always present in your kitchen?
I love to invent, create a new dish with the ingredients that I have in the fridge.
And of course, Spanish olive oil and bread are always present in my kitchen.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de hablar con María José San Román, chef del restaurante Monastrell y fundadora de Mujeres en Gastronomía (MEG), sobre el papel de la mujer en la gastronomía, la marca España, la importancia de la dieta mediterránea, y sobre las tendencias futuras en la restauración.
María José San Román es la chef del restaurante Monastrell, galardonado en su momento con una estrella Michelin, dos soles Repsol, y una estrella verde. También es fundadora de MEG, la asociación de Mujeres en Gatronomía, que busca visibilizar el papel de la mujer en este sector. Así mismo, es fiel defensora de la dieta mediterránea, embajadora del aceite de oliva virgen extra, y experta del azafrán.
¿Cómo nace MEG?
La cocina siempre ha sido tradicionalmente de mujeres, pero ahora la sociedad está muy condicionada por las imágenes que tenemos presentes de casi solo hombres, mientras que las mujeres representamos más de la mitad de la mano de obra. Las mujeres chefs no están en la cúspide, y es por eso por lo que hace unos años en una reunión de compañeras chefs en mi restaurante decidimos formar una asociación para apoyarnos, para dar visibilidad, y para tener una red de apoyo; una asociación donde también hay hombres chefs.
¿Cuáles son los objetivos fundamentales de MEG?
Buscar a mujeres chefs y darles luz, abonarlas, y ponerlas en valor; fundamentalmente ayudarles a que se lo crean, a empoderarles. Y en la sociedad en general a poner el grito de libertad, y desvincularnos de lo que históricamente ha esclavizado a la mujer en casa: el cuidado de los niños, de los abuelos, y las tareas del hogar.
¿Cómo está consiguiendo MEG esos objetivos?
Yo me voy dando de cuenta que mujeres que no se tienen en alta estima, a través de la participación en eventos ganan seguridad y van reconociendo sus capacidades. Sobre todo gente joven que ante la falta de mujeres referentes tienen pocas aspiraciones, y gracias a MEG se ven capaces.
Ha mencionado antes que hace 40 años no existía esta polarización en el mundo de la restauranación, ¿qué ha ocurrido para que haya esta gran mayoría de chefs hombres?
El glamour. En la historia, ser cocinero era un trabajo de esclavos, un oficio bajo. Hace cien años en Francia empiezan a aparecer los restaurantes, y esta tendencia invade España, donde ya existían muchas mujeres cocineras. Sin embargo, con este glamour y marketing, televisión, y protagonismo, el hombre vuelve a ser el gallo del corral, y las mujeres a galeras a remar.
¿Qué se puede hacer para que la mujer chef esté en primera linea, y llegue a lo más alto?
Las mujeres deben tener las ganas y las aspiraciones, y saber que pueden llegar al número uno; las mujeres se lo tienen que creer, como se lo creen los hombres. MEG ayuda a abrir ojos y conciencias, y a dar un puñetazo en la mesa para cambiar esto de golpe.
Los hombres jóvenes no ven a mujeres chefs como referentes, mientras que las mujeres sí que pueden ver tanto a hombres y mujeres como referentes, y ver la genialidad en ambos géneros, mientras que a los hombres les cuesta más. ¿Qué opina usted?
El problema es la representación y la desproporción que existe hoy en día. Con el tiempo esto irá cambiando, siempre que la sociedad vaya siendo más igualitaria. El problema es que hay mujeres chefs jóvenes que hacen cosas muy interesantes, pero no llegan lejos porque no se lo creen, no creen que puedan alcanzar ser el número uno.
Hablemos ahora de la marca España y la dieta mediterránea.
España tiene una tarea pendiente con la promoción de su gastronomía en el extranjero, ¿qué podemos hacer para darnos mejor a conocer?
Estamos en ello, pero nos llevan mucha ventaja los franceses e italianos. España ahora mismo está cambiando muchísimo, tenemos muchas denominaciones de origen, estamos en el camino correcto, pero nos queda trabajo. No tenemos conciencia de ser tan buenos, y por eso no somos capaces de difundirlo. Por otro lado, España esta muy diluida por el tema de las comunidades autónomas, es un error no ir como españoles juntos e ir en presentación sólo de la comunidad autónoma – tiene que haber más unión, y potenciar la marca España.
Tema dieta mediterránea, se esta perdiendo entre los jóvenes. ¿Qué hacemos?
Absolutamente, ha habido un error de transmisión patrimonial en la última generación donde España se esta dejando conquistar por otras culturas gastronómicas y es un problema que vamos a pagar a futuro. La única solución es la educación y los niños, ya que son el futuro; para no perder el valor de la dieta mediterránea se necesita enseñar nutrición en el colegio.
Futuras tendencias gastronómicas, ¿cuál es el futuro de la gastronomía?
Tradición y producto. Si seguimos queriendo crear nos estamos equivocando porque ahora está todo creado, nos tenemos que volcar en el producto y en la tierra, en volver a valorar lo que cuesta hacer cosas en agricultura; el lujo y la alta cocina van a ir por ahí.
¿Y en cuánto a sostenibilidad?
Hemos llegado a un punto de no retorno, donde hay que ser sostenible, pero no solo en restauración, sino como filosofía de vida.
Y ya, para terminar, ¿qué le gusta cocinar y qué producto no falta en su cocina?
Me gusta inventar, sacar un plato de donde no lo hay. Veo que hay en la nevera y me armo una película con lo que haya, y creo con lo que hay, y al final yo misma me sorprendo con el plato que acabo de crear con lo poco que tenía en la nevera.
Y, por supuesto, el aceite de oliva y el pan, que es una joya, no faltan nunca en mi cocina.
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